MIRANDO AL CIELO

Después de un gran éxito en las pantallas de Méjico y Estados Unidos, llega a España una nueva película de cine religioso, en este caso la historia real de San José Sánchez del Río.

San José fue un joven mejicano, de 14 años que fue procesado, torturado y ejecutado por los oficiales del gobierno durante la GUERRA CRISTERA de Méjico en 1928. La película no es tanto una biografía del santo, sino más bien sus últimos años de vida, desde que decide enrolarse en las filas cristeras hasta su martirio.

Muchos en España escucharán hablar por primera vez de los cristeros. Ya solo por eso merece la pena esta película. ¿Quiénes fueron los CRISTEROS? ¿Qué sucedió en Méjico a principios del siglo XX? Al igual que en España, en Méjico se inició una persecución contra la Iglesia católica por parte del gobierno de Plutarco Elías Calles, entonces presidente del Gobierno. Muchos cristianos entendieron que no podían cruzarse de brazos mientras los derechos de la Iglesia eran pisoteados, y decidieron defenderse tomando las armas. Así comenzó la Guerra Cristera que se prolongó durante tres años, desde 1926 a 1929. Se les llamó “cristeros” por vivir y morir bajo el lema “VIVA CRISTO REY”. Al igual que en La Vendeé en Francia, fueron los campesinos, la gente sencilla, la que salió en defensa de la libertad.

Fueron muchos los que dieron su vida por Cristo y por la Iglesia, algunos de ellos están ya canonizados. Entre todos SOBRESALE el joven José Sánchez del Río. ¿Porqué? Viendo la película llama la atención la fortaleza y la valentía siendo tan joven. Y no es la temeridad propia de la edad, es el don del Espíritu Santo que le hizo madurar en tan poco tiempo. Muy santo y a la vez muy humano, con los miedos propios de un adolescente y a la vez piadoso y profundo. El actor ayuda bastante para hacernos empatizar con el protagonista.

No entro a valorar la calidad de la película. He llegado a la conclusión de que cuando veo ciertas películas, especialmente cine religioso, lo que quiero es que ME EMOCIONE, que me toque el corazón. Y esta historia lo consigue. El director logra meternos en el alma de San José Sánchez y vives intensamente todo su proceso hasta el último momento.

Me encantaría que vieran la película muchos JÓVENES Y ADOLESCENTES. Faltan referentes de su edad y San José Sánchez puede llegar a serlo. Pienso en tantos jóvenes atados a sus pantallas, recluidos voluntariamente en sus habitaciones mirando todo el día el móvil… Y escucho esa llamada del Papa Francisco que les invita a salir a las calles a dejar huella en la historia. San José Sánchez lo hizo. Salió de su zona de confort, que era muy abundante, y se puso en camino, dispuesto a morir por un ideal. Hoy faltan ideales que muevan a los jóvenes a entregar la vida.

También es una película para ver en FAMILIA. Qué gran testimonio el de esas familias que inculcaron la fe a sus hijos hasta el punto de entregarlos de esta manera. Los diálogos de José con su madre son preciosos. Si es grande el testimonio del joven, no es menor el de su madre. ¡Qué mujer! Cuantas madres mal apegadas a sus hijos deben aprender que los hijos son de Dios y que su misión es prepararles para el Cielo. Cuántos padres están maleducando a sus hijos para que no les falte de nada y no sufran en la vida, cuando lo que deberían hacer es poner cimientos fuertes en sus vidas y armarles para las batallas que van a tener que enfrentar.

Por todo ello, recomiendo vivamente el visionado de esta maravillosa película. Al terminar sentirás el corazón encendido y deseoso de luchar por lo que de verdad importa. VIVA CRISTO REY Y SANTA MARIA DE GUADALUPE.

JOAQUÍN GARRIGÓS, sacerdote

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