El pasado 8 de noviembre tuvimos la primera sesión formativa. En esta ocasión, contamos con la presencia del grupo «Santa Teresa» de mujeres separadas. Fue una experiencia muy enriquecedora en todos los sentidos, ya que nos mostraron su realidad, y dieron un testimonio de acogida por parte de la Iglesia, de perdón, de oración y de confianza en Dios. Creo que la frase que mejor resume todo lo que allí se dijo es «Yo pedí ayuda, y recibí ayuda. La más importante fue la de Jesucristo. Fui renovando mi fe, mi esperanza y mi fortaleza. Cuando se siente de verdad, se irradia a los demás. Hay que dar gracias por todo lo recibido, yo no he hecho nada para merecerlo. No podemos cerrarnos en nuestro problema, porque hay mucho a nuestro alrededor por lo que dar gracias»