UNA ESTRELLA FUGAZ
Cada vida humana es única e irrepetible, digna. Toda persona que viene a este mundo, tiene una misión. Unos la cumplen en 90 años, otros en 20 y otros en cuatro meses.
Creo que esto podría ser el resumen de este PRECIOSO DOCUMENTAL que viene de la mano de European Dreams y que ha sido producido y dirigido por el protagonista de la historia. Bueno, el auténtico protagonista es Pep, el bebé de cuatro meses que falleció hace 8 años.
Ignasi y su mujer, Ágata, esperaban a su segundo hijo, y durante el embarazo reciben la noticia de que su hijo Pep, viene con problemas del corazón y además tiene síndrome de Down. Desde ese momento su vida dará un giro radical.
Creo que no hay nada más difícil de contar que la MUERTE de un hijo. Lo que se vive en esas circunstancias es algo tan personal que no podemos dejar de dar gracias a Ignasi por abrirnos su intimidad para compartir con nosotros su extraordinaria vivencia de este acontecimiento tan doloroso.
Desde el minuto uno CONECTAS con la historia y aunque desde el principio conocemos el final, no por eso dejas de estar pendiente de todo lo que va sucediendo. La NARRATIVA es muy atrayente y novedosa, mezclando el presente y el pasado con la realidad y la animación. La fotografía y la música también están muy cuidadas y todo eso te ayuda a entrar en el corazón de la breve pero intensa vida de Pep.
Todo lo que ves es muy VERDADERO y por eso te enganchas afectivamente con lo que estás presenciando. Parece obvio en un documental, pero no siempre es así. Es tan real que parece que estuvieras visionando uno de esos programas de televisión en el que les ponen una cámara y les dejan ser ellos mismos.
Me parece muy valiente por parte de Ignasi y Ágata la propuesta de contar al mundo su vivencia de la muerte de su hijo, más en estos tiempos en los que un niño como Pep, enfermo y con síndrome de Down, está abocado al ABORTO en el 90% de los casos (en algunos países de Europa, el 100%).
La conversación de Ignasi con su madre es tremendamente iluminadora, pues ahí se entiende la MISIÓN de Pep: enseñarnos que cada vida es digna, y que, en este mundo tan egoísta y materialista, la vida es maravillosa, es un regalo que hay que disfrutar cada día y tenemos que dejar de victimizarnos y salir de nosotros mismos para descubrir todo un mundo que tenemos delante de nuestros ojos.
Durante la historia he echado de menos la presencia de la FE, que sólo al final comparte Ágata en el momento en el que pone a todo el mundo a rezar por Pep y vemos a ella misma rezando ante el Dios, dueño de la vida y de la muerte. Me consta que esta fe no solo les ayudó a vivir la enfermedad de Pep, sino que les sigue acompañando en su día a día familiar y les ha dado fuerzas para poder contar la historia de su hijo.
“Te esperábamos con ilusión y ganas de vencer muchas batallas contigo sin saber que lo nuestro iba a ser un amor de verano una historia preciosa, intensa y apasionante pero que ha terminado de golpe tan pronto han comenzado a caer las primeras hojas de otoño. Estábamos dispuestos a llevarte de la mano hasta el fin del mundo, enseñarte tantas cosas, pero has sido tú el que nos has enseñando a nosotros mucho en muy poco tiempo. ¿Cómo vamos a quejarnos de haberte perdido con la suerte que hemos tenido de conocerte y quererte? Solo nos queda dar gracias porque nos has descomplicado la vida, nos has enseñado a ver las cosas con más fe y optimismo. Tu corta vida tuvo sentido.”
Estas palabras de Ágata RESUMEN perfectamente todo lo que vamos a experimentar a lo largo de los 80 minutos de película. Sí, porque esta historia no se ve, se experimenta en lo más profundo del alma, y por eso Pep continúa su misión desde el Cielo, enseñándonos que cada instante es eterno, y que hay que vivir el momento presente porque la vida es un regalo.
Solo me queda decir: GRACIAS
Joaquín Garrigós